
Algunos ángeles tienen áreas específicas en las que se especializan. San Miguel Arcángel, por ejemplo, es conocido por ser un experto en proteger a los cristianos del mal, la tentación y el daño. Así que cuando necesites protección, el Arcángel Miguel es un buen ángel al que invocar. Puede ser una protección contra el mal físico o contra los ataques mentales o espirituales. La oración clásica utilizada para invocar a San Miguel es: «San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del demonio». Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente; y tú, Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén». Incluso si no tiene previsto entablar una batalla física tradicional, probablemente pueda pensar en ocasiones en las que ha «luchado» contra un compañero de trabajo traicionero, un vecino mentiroso o un amigo hipócrita. Miguel aún puede protegerte en estas batallas si estás dispuesto a pedirle ayuda para capear el temporal.